Todas las esperanzas puestas en aquella sala.
Y todos los miedos también.
Bolas de algodón en forma de angustia se abren paso en la cavidad de las entrañas; lento tictac del reloj con vagas muestras de continuar su camino.
Murmullos. Sordos murmullos enmarañan la estancia, conversaciones apagadas, toses, risas, que como salidos de otra dimensión se entrelazan en un zumbido molesto. La mirada no pierde detalle del ojo de buey de la puerta por si se percibiera en el interior un movimiento, un sonido… por si lo viera.
Pero no lo ve a él, solo camillas alineadas a lo lejos con palos de goteros a la cabecera. Bultos en las camillas. Casi no se ven, casi no se distinguen.
Espera, una espera más, siempre esperando.
El vientre late y se hace sentir. No, no es él quien lo habita, eso fue hace mucho, en otro tiempo muy pasado y muy presente. El vientre está ahora vacío y una camilla detrás del ojo de buey llena.
Viene. Cansado, herido, dolorido. Metafóricamente se acomoda otra vez en el vientre buscando la protección que le falta.
Ojos, uno, brilla cargado de miedo. Llora, tiembla, se estremece.
Noche. Fresca, oscura, tenebrosa.
Velando a su lado hasta el amanecer.
Descansa.
El espíritu se relaja y la luz llega.
Día nuevo.
Esperanza.
Imagen; sin datos - internet
Y todos los miedos también.
Bolas de algodón en forma de angustia se abren paso en la cavidad de las entrañas; lento tictac del reloj con vagas muestras de continuar su camino.
Murmullos. Sordos murmullos enmarañan la estancia, conversaciones apagadas, toses, risas, que como salidos de otra dimensión se entrelazan en un zumbido molesto. La mirada no pierde detalle del ojo de buey de la puerta por si se percibiera en el interior un movimiento, un sonido… por si lo viera.
Pero no lo ve a él, solo camillas alineadas a lo lejos con palos de goteros a la cabecera. Bultos en las camillas. Casi no se ven, casi no se distinguen.
Espera, una espera más, siempre esperando.
El vientre late y se hace sentir. No, no es él quien lo habita, eso fue hace mucho, en otro tiempo muy pasado y muy presente. El vientre está ahora vacío y una camilla detrás del ojo de buey llena.
Viene. Cansado, herido, dolorido. Metafóricamente se acomoda otra vez en el vientre buscando la protección que le falta.
Ojos, uno, brilla cargado de miedo. Llora, tiembla, se estremece.
Noche. Fresca, oscura, tenebrosa.
Velando a su lado hasta el amanecer.
Descansa.
El espíritu se relaja y la luz llega.
Día nuevo.
Esperanza.
Imagen; sin datos - internet
La esperanza que no falte. Qué sería de nosotr@s sin ella.
ResponderEliminarUn abrazo. Feliz de "verte"
Nunca debe faltar. Otro abrazo fuerte para ti.
EliminarLa esperanza... tú lo has dicho, que nos aferramos a ella como a un clavo ardiendo en tantos momentos de angustia...
ResponderEliminarUn abrazo.
La esperanza, esa tabla de salvación a la que nos aferramos cuando nos ahoga la desesperación. La esperanza siempre. Después de tanta angustia son gratificantes y hermosas las últimas líneas.
ResponderEliminarMe alegra tu regreso y volver a leerte, Verdial.
Un abrazo.
Greetings after a long time ...
ResponderEliminarVerde verdial, verde esperanza, hoy más que nunca, que gustazo volver a leerte en tu espacio y acomodarme cerquita tuyo y superar el día 1 y los que estén por venir.
ResponderEliminarMi abrazotedecisivo...que todo siga bien, es mi mejor deseo.
La rotundidad de este texto procede de la hondura de su argumento. Cuando el Arte encuentra su motivo en la verdad, se envuelve en la gravedad del origen y el sentido de la Vida.
ResponderEliminarOs deseo toda la fuerza de este mundo para atravesar este torrente y que el milagro sea posible.
Un fuerte y profundo abrazo.
Solo la esperanza nos mantiene en pie,sin esperanza estamos derrotados .Sentindo texto que mueve y emociona...Un beso mi querida amiga....Me gusta siempre leerte.
ResponderEliminarEl cambio es la ley de la vida. Y aquellos que sólo miran al pasado o presente definitivamente perder el futuro.
ResponderEliminarNo es la falta de capacidad que debilita la vida, sino la voluntad suficiente para utilizar las capacidades existentes.
ResponderEliminarcontinuar con el espíritu de alcanzar un sueño.