viernes

Gitana




"Falsa Monea" - Carlos Cano

Ahora se habla mucho de la xenofobia y de la crueldad infantil. Desde luego todos nos llevamos las manos a la cabeza cuando sale alguna noticia en la tele referente a alguno de los mencionados temas, y todos mostramos nuestra repulsa sobre ellos, porque claro, la mayoría lo sentimos como una aberración contra la naturaleza y contra el prójimo, y nos indignamos ante tales situaciones.
En definitiva, hoy en día son dos temas de la más estricta actualidad y que se condenan.

Pero no siempre ha sido así, no señor, y además no hace mucho de ello, bueno, un poquito sí que ha llovido desde entonces, pero vamos, no tanto como algunos se piensan.
Y mira, to esto lo digo yo por experiencia propia, o sea, porque lo he sufrido en mis carnes, y las dos cosas juntas además.

Yo hace ya mucho, pero mucho, que soy consciente de que mi fisonomía tiene ciertos rasgos “agitanados”, y desde luego para nada que me importa, muy al contrario me siento orgullosa de ello, y aunque no lo sea, me complace que me lo consideren quienes no me conocen, y sobre todo, me enorgullece que mis amigos desde siempre me hayan llamado “Gitana”, porque para mí es una raza que siento muy dentro de mi tierra, y un pueblo de cuyas raíces tal vez yo provenga, si no raíces recientes, vete tú a saber si lejanas.
Pero como he dicho anteriormente, antes no era así. Antes el decir a alguien gitano era un insulto. Los gitanos eran, en la opinión de la sociedad de entonces, ladrones, asesinos, maleantes, vagos, y hasta podría decir que se consideraban una raza casi maldita (vamos, lo mismo que los considera ahora el "Sarcosí"de Francia).

Cuando mis padres me llevaron al colegio por primera vez contaba yo la edad de cuatro años, y mira, tenía el pelo negro azabache y mi cabeza eran puros rizos, y por si fuera poco mi piel era totalmente distinta de la de mi hermana, que la tenía blanca como la leche. La mía era morena, aceitunada (yo salía a la familia de mi madre).
Y así, con mi fisonomía, porque claro, era lo que había, me llevó mi madre al colegio de las Hijas de la Caridad, con un babi blanco como la nieve (y vaya si mi madre le echaba lejía "Agua de la Paloma"y lo ponía al sol cuando lo lavaba pa que estuviera más blanco), que resaltaba aún más mi tez morena. (He de decir también que entonces lo moreno no se llevaba, lo más y mejor era tener una piel blanca.)
Bueno, pos allí estaba yo en la clase de Sor Catalina, sentadita en una banca de madera, con mi maletita de plástico y llorando a mares porque mi madre me había dejado allí solita.

Sor Catalina escribía las vocales en la pizarra (encerado le llamaba ella y a mi me sonaba a chino), y claro, daba la espalda a la clase y los niños se revolucionaban, porque en el fondo no dejaba de primar la inocencia en sus cabecitas, y que se pensaban que el estar de espaldas era sinónimo de sordera.
Y mientras Sor Catalina ponía en la pizarra verde la “a” y la “e”, para entrar en materia, los niños del banco de delante comenzaron a lanzar entre ellos risas apagadas y a cuchichear, y al cabo se volvieron hacía y mí y me lanzaron a bocajarro ¡Gitana, Gitana,! y yo entre pucheros y lágrimas contenidas, decía tímidamente que no, que mi madre era "normal". Ellos, haciendo uso de esa crueldad infantil se ensañaron más ante mi debilidad y me decía todos a una “¡Tu madre es una gitana, tu padre es un gitano, y tu eres una gitanilla!”. Y mira, eso fue ya la gota que colmó el vaso, porque yo me puse a imaginar a mi madre vestida de gitana canastera, con las enaguas de lunares y el delantal de blonda, y con un clavel en la cabeza. Y a mi padre a su lado como el más calé de los gitanos.

Yo lloraba y lloraba y Sor Catalina ajena de todo.

Cuando sonó el timbre para salir yo temblaba, porque estaba segura de que mi madre me esperaba vestida de gitana, vamos, que me lo creía a pie juntillas.
Pero no, que vá mi madre iba vestida tan humilde y elegante como siempre, y no porque la ropa fuera este mundo y el otro, que no había dinero pa eso, sino porque la elegancia de mi madre estaba en su cuerpo.
Claro, lo primero que me preguntó fue que me pasaba. “que me han dicho los niños que papá, tú y yo somos gitanos”. Y mi madre, con la singularidad que la caracterizaba me dice: “Bueno ¿y qué? ¿Qué de malo tiene éso?” “que yo no quiero que seamos gitanos”, “anda y no llores por éso que no es ninguna cosa mala ser gitano. Pos ya quisieran muchos de éstos que estudian en un colegio de monjas tener el corazón tan grande como lo tienen la mayoría de los gitanos.”

A mí se me pasó la llantina y de su mano caminábamos a casa. Ella entre dientes murmuraba: “a ver en que estaría pensando Sor Catalina pa no defenderte”.

Y eso me pregunto yo hoy. ¿En qué pensaría Sor Catalina?

Imagen: "Dos niños gitanos" Antonio Guzmán Capel - Oleo sobre papel. Galería Virtual

31 comentarios:

  1. Sor CAtalina estaría en su mundo, seguramente pensaría como los otros niños.

    Que barbaridad.

    Besos gitana.

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  2. Tal vez gitana,
    tal vez minusválido;
    tal vez un poquito lento
    en darse cuenta de las cosas
    o todas juntas
    como era yo…!

    Tal vez andaba viendo
    colorear los geranios en primavera
    y me sorprende un hueco
    de un buzón abierto
    rebanándome
    toda la canilla de la pierna;

    o ver jugar a otros niños
    siguiendo de la mano de mamá
    y despertar de un seco golpe.
    Cuando al voltear me di
    en pleno rostro
    con un poste.

    El dolor,
    el llanto
    y el resondro de mamá
    que con su furia
    quisiese aplacar
    el fuego ardoroso
    y la hinchazón creciente de mi rostro.

    ¿En qué estaría pensando
    Catalina?
    No lo sé,
    sólo sé que mi madre como ella
    siempre fue buena.

    Un besote Verdial!!!

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  3. Pues lo más seguro es que no estubiese en un momento místico.
    A Rosa, mi mujer, de siempre le han preguntado muchas personas que si es gitana, también es morena y tiene fasciones fuertes y el pelo negro, aunque ahora teñido de rubio.
    Cuando eramos novios dos veces en muy poco tiempo le preguntaron dos gitanas mayores: niña, ¿tú vendes cal?. No supimos contestarle y cuando le preguntamos que nos querían decir noos dijeron que no nos preocupáramos.
    A los pocos años mi empresa me destinó a Jerez y allí aprendí el significado de la pregunta.
    También hoy creo descubrir el porqué del título del blog.
    Un beso, ¡gitana guapa!

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  4. Pues ya somos dos. También tengo un color así, que digamos un poco más oscuro de lo normal y el pelo negro (ahora algún pelo blanco ya se ve) y rizado. A mi, me han preguntado un montón de veces que de donde soy y que origen tengo, incluso una vez un gitano me preguntó que mestizaje tenía, a lo que le respondí que el que puede tener cualquiera que sea de aquí, con la de gente que ha pasado y lo que se ha movido la población, podemos tener genes de ves a saber donde.
    Antes, los gitanos eran la peste, ahora ya no. Y los niños siempre han sido muy crueles.

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  5. Querida "Gitana"
    Emotiva entrada y preciosa foto.
    Quiero dedicarte un romance mio que publiqué al principio de mi primer blog "Hablemos de Flamenco". Va para ti:

    Romance Breve

    Por la mitad del camino
    venían grupos cantando
    que bellos eran los niños
    que bellos eran sus cantos.

    ¿Quienes son, madre, quien son?

    Eran grupos de gitanos...

    Traían aspecto pobre
    sus casas eran el carro
    no tenían pan ni vino
    pero venían cantando...

    Olían a yerbabuena
    y a romero de los campos.
    Se oían sus risas frescas
    que el viento cortaba al paso.

    Y sobre todo sus cantos,
    ¡como sonaban sus cantos!

    Los jilgueros se callaban
    para poder escucharlos...

    Con cariño

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  6. Hay ! Hermanita, ya ves yo estuve muchos años pensando que era hija de una gitana, pero nunca pensé que eran gente peores que nosotros, tiempos pasados de nuestra sociedad.
    Te imagino lo bonita que debías de ser de niña con un bronceado un poco mas pronunciado.
    Debiste aprender muy bien de tu madre y de Sor Catalina, ya que bien nos lo demuestras en cada post.
    Un beso

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  7. Sor Catalina, estaba en el limbo, sin darse cuenta de que estaban haciendo sufrir a una niña, pero tu madre, con amor y generosidad, te calmó, y no consintió que tu corazón albergara odio. Un beso

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  8. Pues yo creo que estaría pensando en los peros de Pascua. Unos niños eran pobres para otros. Otros gitanos. Otros pavicos y otros se creían de mejor categoría, así eran las cosas. ¡Ay, algunas monjitas!!
    Me ha encantado la entrada.
    Besicos muchos guapa.

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  9. Amiga, has conseguido que te vea, de niña, llorando, en esa clase... Me has trasladado a ese mundo del que ya solo existen tus sueños.

    Bellisimas tus palabras...

    Con respecto a la monja, bueno, ya se sabe, su reino no es de este mundo, por eso estan en la luna. Salvo excepciones (que las hay) no son capaces de ver las injusticias. Asi les luce el pelo...

    Un abrazo, amiga

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  10. Luz de Gas, creo exactamente lo mismo que tú.

    El Drac, que maravilloso poema el que me has dejado, dices cosas en él que también me ocurrieron de pequeña (el buzón abierto, el golpe en el rostro de la mano de mi madre..) Gracías Drac, me ha encantado.

    No cogé ventaja Miarma, Pues Rosa tiene que ser guapísima, ya esté de rubia o de morena. Besos para ti y para ella.

    Joana, anda, pues estonces estamos un poco hermanada. Pienso como tú, que tenemos una mezcla de tanta gente que ha pasado por estas tierras.

    La Gaceta Flamenca, Ole, ole y ole.
    Hermosísimo romance que puso el vello de punta. Que arte hija. Se me ha elevado el alma ante tu detalle de decicármelo.

    Mari-Pi-R, a mi me decían de pequeña que una gitana me abandonó en la puerta de la casa de mi madre. Afortunadamente mi fisonomía es idéntica a la de la familia de ella, así que nunca tuve la menor duda.

    Isabel, creo que éso es lo que entendió mi madre y lo quiso arreglar como pudo. Lo cierto es que lo conciguió.

    La Casa Encendida, efectivamente algunas monjitas vivían en otro mundo (no todas claro), a pesar de que Sor Catalina era muy buena. Estaría en aqué momento distraída.

    Antiqva, efectivamente son recuerdos que solo están en mis sueños, pero que no se olvidan.

    Dados todos por abrazados.

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  11. Hola querida Verdial.

    Conmovedora la obras de Capel,(la tengo en mis archivos y nunca he podido utilizarla)
    Emotiva entrada,lamentablemente los estereotipos y tópicos no terminan de diluirse,mucho seguirá lloviendo.
    Así que gitana o no,bella dama otra vez me llegas al corazón.

    Un abrazo.

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  12. Querida América, creo que hemos intercambiado nuestro comentarios al unísino, porque precisamente vengo de tu blog, que como siempre, me ha dejado encantada y ahíta de satisfacciones.

    Un abrazo a la más guapa de toda Venezuela.

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  13. Recuerdos que perduran en la mente y ahí quedarán para siempre grabados, amiga.

    Un beso.

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  14. Pues pensaría, que este mundo sigue estando lleno de indeseables...

    Saludos y un abrazo.

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  15. Querida "canastera" interesante como siempre tus escritos en verde. Lo de "canastera" es porque mi padre siempre se lo decía a mi hermana, más morena que yo, que ya es dificil. Mi "gitanilla canastera" le decía. Pues lo dicho "morenilla", más que racistas, los malos son los "clasistas".
    Como siempre un saludo en verdiblanco, bueno mejor hoy en verde aceituna.

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  16. Hola Verdial!
    Qué esperabas? La naturaleza homana es así de selectivamente cruel.
    Los argentinos son "sudacas" salvo que se llamen Maradona, los gitanos son gentuza, salvo que se llame Lolita y así sucesivamente. Somo malos y con alevosía. Qué suerte que tu madre ni te animó contra los que te insultaban, eso habr´ça hecho de tí tan buena gente.
    Un besote.

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  17. María, efectivamente hay cosas que no se olvidan jamás.

    La sonrisa de Hiperión, yo creo que sí.

    El Naranjito, jejejejejeje, también a mí me decían "canastera".

    Diana, parece mentira que en la época que vivimos se sigan dando casos similares. Absurdo.

    Abrazos

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  18. Efectivamente y por desgracia seguimos sin saber el verdadero significado de la palabra respeto, no, no ha pasado tanto tiempo, siguen existiendo esos descuadres que atestiguan que seguimos siendo diferentes y que los de "arriba" seguirán mirando de forma distinta a los de "abajo", tan solo por no ser como la "mayoría", es una pena y tu madre era sabia, que malo tiene...aunque sigamos buscándole tres patas al gato.

    Abrazzzusss

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  19. Tienes toda la razón del mundo, para qué vamos a engañarnos, menos mal que los tiempos han cambiado mucho, aunque yo pienso que todavía no tanto como deberían cambiar.
    ¡Gitana!, a mí me gustaría que me llamaran así, no se por qué yo lo asocio a un piropo.
    Y aquí te dejo mi gitanita, que aunque la copié de un cuadro, la pinté yo.
    Un beso, preciosa.

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  20. Gran entrada para la reflexión. Como siempre un gusto pasar y leer tus entrada. besos y quedo a la espera de la prócima entrada.

    http://el-ser-bohemio.blogspot.com/

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  21. Sabes? tengo cuatro hijos las tras primeras que son biológicas son de un blanco casi mortecino, el último un chicarrón que vino de fuera te diría si le preguntases que "el es marrón" imagineté que cuadro,si le preguntas que es un gitano? te dirá " El que baila" aún así en su inosencia ya nota las diferencias en el colegio porque son inevitables, en la calle cuando alguien no puede evitar morderse la lengua, si le sigues preguntando te dira "el es un niño normal"
    De verdad alguien puede pensar que ha cambiado algo??? no será que solo somos más políticamente correctos??

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  22. El mundo siempre ha sido así de canalla...

    Saludos y un abrazo.

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  23. Mi madre era mulata clara, algunas niñas de mi colegio eran un poco crueles. Dios las haya perdonado.
    Un beso verdial, que tengas buen fin de semana.

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  24. Profundo y reflexivo el teto,
    un placer pasar a leerte.
    que tengas un feliz fin de semana.
    un abrazo.

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  25. Mi querida Verdial....que historia hermosa....como siempre nos acostumbras.
    Yo fijate que creo que más que xenofobia hay clasismo....y cada vez más arraigado....

    Yo....hice mi tesis de fin de carrera sobre los gitanos...fui a sus casas, conviví con ellos, sus costumbres, hasta en la prueba anterior que les hacen a las gitanas a la boda...que me puse enferma de verdad.... viví la boda gitana... Se portaron bien conmigo,aunque percibí actitudes y comportamientos que claro....nada tienen que ver con lo que yo espero y busco en la vida.Pero....allá cada cual.
    Ya siendo trabajadora social tengo un montón de experiencias que algún día te contaré.Y ya sabes que todos hablamos de la fería, según nos va en ella jejejeje.
    Abrazotedecisivo de domingo

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  26. Verdial, consigues teñir de belleza todo sobre lo que escribes.
    Aunque sea una escena tan triste como ésta.
    Un abrazo, "reina gitana" :)

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  27. Estas cosas de infancia no se olvidan....y aquella sor Catalina, hija ¡que desastre de educadora!...
    Las etiquetas, tristemente se arrastran y son tan injustas...
    Un saludo.

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  28. Eyyyy, verdial, me equivoqué de entrada y en la otra dejé el comentario de esta. Ahí nos vemos. Salgo en busca de sor Catalina.

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  29. Onubius, La verdad es que el sistema del mundo suele cambiar poco, aunque quieran demostrarnos lo contrario.

    Irene, Yo también lo asocio a un piropo...ahora.

    Rosa, Dale muchos besos a ese "chicharrón" de mi parte. Tiene que ser encantador.

    El Ser Bohemio, el gusto es mío de que te pases por esta casa.

    Lola Santana, por regla general los niños suelen ser cruele, yo quiero pensar que es debido a su inocencia...no cabe otra cosa.

    Ricardo Miñana, Feliz fin de semanatambien para ti y gracias por tu visita.

    Sara, cuantas experiencias tienes a tus espaldas de todos los ámbitos y sentidos...Dicen tanto de ti...

    Xibeliuss, gracias por ese abrazo. Me ha encantado recibirlo.

    Ana Jorba Ricart, en aquella época los curas y monjas educadores se "mojaban" poco, por no decir nada.

    Willian Venega, No pasa nada, allí nos vemos.

    Fibonacci, Pues no sabe cuanto me alegro que hayas entrado. Será un placer recibirte siempre que quieras.

    Besos miles a todos.

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  30. Llego tarde pero quería dejarte un comentario aquí también pues esta semana me ha tocado "incomodarme" un poco con una amiga que hizo comentarios xenófogos a cerca de los gitanos, justificándolos con una la mala experiencia que habia tenido en un barrio de Madrid. en mi opinión, eran tiempos muy dificiles para todos y mucho más para ellos como tú muy bien dices.

    Conozco, he tratado y comercio con gitanos y no entiendo ninguna clase de discriminación ni en qué se basan las personas que son afines a ellas. Buena y mala gente la hay en todos sitios, lo que hay por todas partes es mucha injusticia.

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  31. Aplausosss!!!! Bueno, yo he tenido que enterarme en España de esa mala fama que tienen los gitanos, porque en Venezuela se piensa que una gitana es una mujer de belleza muy especial y enigmatica casi mágica, imaginate si somos ilusos ajajajaja. Como ladrón y delincuentes los hay de todos colores y vestimentas!!!

    Gran post, una crítica perfectamente dibujada con tu estilo.

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