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Maldito Corazón - Alvaro Prado
Maldito Corazón - Alvaro Prado
Vi luces en el cielo y yo, ilusa de mí, quise creer que eran tus ojos.
Y es que ese brillo plateado que refulgía en el tenue azul del atardecer, semejaban esos ojos tuyos cuando me miraban, Niño, cuando tu corazón gitano palpitaba a la par que el mío, y cuando nuestras almas serpenteaban juntas antes de que se convirtieran en un enjambre de serpientes.
¡Pero que ilusa, Niño, pensar que eran tus ojos…!
Si tus ojos dejaron de mirarme hace ya tanto tiempo que ni recuerdo cuando. Si tu corazón, Niño, rechazó el latido del mío y buscó otro latido que lo acompasara…
¡Ilusa!
Entonces maldije ese cielo que ya se había vuelto negro, como mi esperanza; y a los malditos luceros que me engañaron haciéndome creer que eran tus ojos.
Y te maldije a ti, Niño, por los “te quiero” pronunciados sobre mi boca, por tus penetrantes miradas y por tus caricias que desbocaban mi cuerpo, jaca embravecida ante tus abrazos, cuando aún no era consciente de tu engaño.
Si Niño, te maldigo una y mil veces.
¡Maldito!
Vi luces en el cielo y yo ya no creí que eran tus ojos, Niño, porque tuve la completa certeza de que eran reflejos de esta alma mía que reposa tranquila en brazos de la quietud, sin dolor, sin heridas, sin rencores…
Ya no te maldigo Niño. Ya… ¡Ni siquiera te recuerdo!
Verdial...¡qué fuerza hay en este escrito...!!
ResponderEliminarDe la tristeza imensa que cuando te conocí sin conocerte, se intuía...se reflejaba un desgarro y mucho dolor...pero el tiempo pasa y ayuda a mitigar el duelo.
¿te acuerdas de esta entrada?
A quien sufre la ausencia
Un cielo estrellado!
ResponderEliminarAl final todo pasa... y todo deja su poso, aunque nos creamos en paz.
ResponderEliminarAbrazos
Tu vista te traiciono, ese reflejo en el cielo no eran sus ojos, eran los ojos de aquel que ama sin reserva, del que te bendice y mitiga el dolor humano. Saludos
ResponderEliminarQué prosa tan fuerte y profunda para describir el amor de un espíritu libre e indómito; me ha hecho recordar una película que hace mucho vi con mis padres cuando era niño, se llamaba Tizoc y en ella como en tu poema el protagonista es un ser con un alma limpia pero fuerte y con un entendimiento sencillo para el amor verdadero. Un gran abrazo
ResponderEliminarEsos deseos que son el reflejo de todo el amor que llevas dentro, no el suyo, sino el tuyo.
ResponderEliminarVerdial....Y es que tu escrito nos viene a recordar que el tiempo es capaz de poner todo en su sitio, aún el dolor más enorme se mitiga con el tiempo y en el tiempo....¡¡pierde esa fuerza infernal!!
ResponderEliminarComo es costumbre... lo he disfrutado mucho, muchisimo guapisima de piel morena y alma azabache.
Abrazotedecisivo
Que verso tan profundo y bonito y el amor que mantienes y que te ilumina cada día con tu poesía que nos haces vivir.
ResponderEliminarUn fuerte abrazo Verdial
No creo en eso que ya no lo recuerda, no lo creo!
ResponderEliminarBellisimo escrito.
Gracias por tus visitas!
Un beso
Flor
desgarrador cántico de desamor. Ese Niño, con mayúsculas, trasmité la furte impronta de lo que fue una pasión voraz, de dos fuegos unidos, uno de ellos apagado, otro de elos herido, llorando lágrimas de nostalgia, buscando en las estrellas el fulgor de unos ojos que ya no quieren mirarlo.
ResponderEliminarPrecioso texto.
Un besico.
El amor juega con nosotros, nos hace ver lo que queremos ver, nos hace incluso delirar en una tarde de esperanza...
ResponderEliminarBesos.
Siempre hay alguien que acaba llorando....me gusta como escribes.
ResponderEliminarun abrazo
Los ojos nunca pueden dejar de mirar a una luz que derrama tanta sensibilidad.
ResponderEliminarUn beso.
Un frofundo dolor emerge de tus letras. Ese dolor intenso que producen los grandes desencantos. Pero el tiempo se encarga de cerrar las heridas hasta dejar de recordar. Bello escrito, intenso , vibrante y conmovedor. Un abrazo.
ResponderEliminarDe todos modos cuando se siente con esa intensidad, conviene vivirlo mientras es, es hermoso y posiblemente pleno...despues soltar dejar ir sin rencor.
ResponderEliminarIntenso y profundo texto.
Un abrazo Verdial
Amiga, que inmenso tenebrismo el de la primera parte del relato... Menos mal que luego viene el sosiego y el reposo de la parte final. Has dominado plenamente estos dos puntos contrapuestos.
ResponderEliminarBellisimo y tremendisimo relato, amiga.
Recibe un abrazo fuerte
Duele el amor cuando en su nombre nos empapa el alma con el engaño de quien creíamos especial y duele el recuerdo hasta que no se convierte en olvido, duelen tus sentidos encadenados, pero florece la esperanza por haberlos enterrados..
ResponderEliminarabrazzzusss
necesitaríamos un libro de instrucciones para descifrar los luceros del cielo
ResponderEliminary no dejarnos engañar por los retazos de brillo que vemos en los ojos de quien amamos
el tiempo se encarga de mitigar el dolor, pero no permitas que borre tus recuerdos porque ellos son parte de ti y te convierten en la persona que eres.
ResponderEliminary puedo intuir que eres una persona especial
Con tema musical y todo olé niña!!!....Que arte!...Vamos es que son dos pases dos verónicas para enfrentar aquella mirada que no era ...Es que me suena a copla...
ResponderEliminarComo siempre es un placer leerte con ese sentido tan agudo de llegar a las emociones.
Abrazos guapa!
Las luces en el cielo siempre son lindas; aunque sean sin Niño detrás : solas para ti, para acompañar tu soledad y para sentir como bien dices en tu final la tranquilidad y serenidad de saber estar para ti, contigo misma, que eso vale mucho, y nunca traiciona.
ResponderEliminarDe pequeño veia ese cielo estrellado de la imagen, desde hace muchos años ya no se ve igual, hablando del amor, es muy facil entrar y muy complicado salir.
ResponderEliminares un placer pasar por tu casa.
que tengas un feliz fin de semana.
un abrazo
Cielos oscuros de estrellas plenas... que nos iluminen...
ResponderEliminarSaludos y un abrazo.
Muy hermoso relato, como todo lo que leo de ti. Un placer como siempre. Te mando un fuerte abrazo.
ResponderEliminarHola, preciosa:
ResponderEliminarTe deseo un feliz día.
Muaksssssssssssssss.
Ah, los pálpitos gitanos de corazón. Y esos besos y tequieros que, aunque siempre se maldigan... dejan buen sabor en los años.
ResponderEliminarBesos.
No vale la pena maldecir. El olvido es lo mejor, aunque cueste mucho.
ResponderEliminarBesos y sigue disfrutando de este largo fin de semana.
La verdad exelente. Cuantas veces nos preguntamos si en realidad sentiremos algo a la hora de morir. Creo que has dado con el miedo de muchos mortales. Gran entrada, hermoso relato y como siempre gran forma de plasmar lo que sientes. Besos
ResponderEliminarhttp://el-ser-bohemio.blogspot.com/
http://mi-adn.blogspot.com/
Ohh que rabia!!! La entiendo perfectamente...
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