"Un Patio Sevillano" Cartulina al agua - dibujo de García y Rodriguez/1901
Me pone mala este calor agobiante. No sé como haya gente que le guste el verano, aunque claro, no todos tenemos el mismo gusto, y no en todos los lugares se alcanzan las temperaturas que se alcanzan aquí, en Sevilla. Vamos, que a esta hora, 19:14 p.m. el termómetro que tengo en el exterior de mi vivienda marca 36 grados.
Me pone mala este calor agobiante. No sé como haya gente que le guste el verano, aunque claro, no todos tenemos el mismo gusto, y no en todos los lugares se alcanzan las temperaturas que se alcanzan aquí, en Sevilla. Vamos, que a esta hora, 19:14 p.m. el termómetro que tengo en el exterior de mi vivienda marca 36 grados.
Y después de todo no me puedo quejar porque ha comenzado a soplar un poco de viento que tal vez a la noche se vuelva más fresco porque ahora, por la mare de miarma que parece viento del desierto. Ojalá que no sea viento de levante de esos de no te menees, que te vuelve loca. A mi es que el viento de levante me trastoca las neuronas. Oye, que me pone desquiciaita, y sin embargo cuando me voy pa Zahara, pos no me importa. Seguramente por eso me duele tanto la cabeza.
Y es que no puede ser, joé, que llevo tor día “payá y pacá”, que si ir al colegio a recoger las notas de la niña, que luego corriendo par Mercadona (y como siempre dejarme to refreagao el lateral del coche con las malditas columnas del aparcamiento, que vaya si lo han hecho estrechito), a comprar cuatro madaos que me hacían falta, y ahora, al caer la tarde que es cuando tengo un rato para relajarme pues ná, ni siquiera puedo salir fuera porque la guantá de caló que te da en la cara te rira de espaldas. Que Joío verano, y eso que acaba de empezar.
Pa colmo de los colmos va y me llama mi madre, que tienen el don de la inoportunidad, y me dice que a mi tía la han operado de cataratas y que la lleve a verla. “¿Vamos por Dios, omíta, con este calor??? ya te llevo mañana por la mañana con la fresquita. Y es que mi madre tiene unas cosas…
En fín, yo había venido a escribir sobre cuando mi madre metía la sandía en el pozo pero la verdad es que no tengo ganas. Me he tomado dos dolalgiales pal dolor de cabeza y a ver si me pongo un poquito mejor y luego lo escribo, que si no, pues nada, para otro día.
Bueno, me voy a regar un poquillo las macetas, a ver si con el fresquito del agua se me entona el cuerpo.
Que tengáis buena y fresquita noche.
Hola Hebrea querida te extraño alla en la casa vieja , cariños!!!
ResponderEliminarLA GATA ACTIVISTA!!!!
Real como la vida misma, tu vida.
ResponderEliminarNo te preucopes que la sandía también nos ha llegado y la frescura del pozo y todo lo demas, lo cuantas tan bien.
Besos
No te me agobies, que todos andamos por el estilo. Lo mao de estas cosas, es o que tú dices: el don de la oportunidad. Cuanta más calor, prisa o agobio, más cosas hay que hacer.
ResponderEliminarUn abrazo y refrescate un poquito también de mi parte, jeje
Jajajaja, mi hija que vive ahí, también me cuenta los mismo que tú acabas de escribir. Ojalá te mejores y te mando un poquito de fresquito nocturno (porque de día también cae el solito), de la Fortaleza de la Mota y mientras tanto, ¿hace un gazpachito o un ajo blanco?, mientras se refresca esa sandía
ResponderEliminarBesicos
Que te mejores prontito para seguir tu lectura,preciosa imagem refresca verla,mi mas cordial saludos.
ResponderEliminarDi que si miarma...
ResponderEliminarLa caló esta verá tu, a mi no me importaría meterme en el pozo con la sandía desde luego...
Un saludasso.
Pues aquí en mi tierra, que para colmo la llaman el Levante (tiene guasa la cosa) tampoco corre una gota de viento. Hay calor para dar y tomar... y esto no ha hecho más que empezar.
ResponderEliminarUn beso y que nos sea leve
Si hija, que calor que empieza a hacer. Mucho había tardado ya. Con lo bien que se está al fresquito, yo es que soy animalito de invierno. Me encanta el frio.
ResponderEliminarMenos mal que he podido dar con la forma de dejarte un comentario, que hacía tiempo que no entraba en el blog y se te extraña.
Un besazo indomable.
Hola, yo me quejaba del calor, pero cuando veo "la caló" de ustedes me sirve un poquito de consuelo. Y ese viento de levante, con esa tierra africana que se te mete por todos los rincones, como ahora mismo, ains, que ganas tengo de que ya llegue el invierno.
ResponderEliminarUn saludo, y buen fin de semana.
Gata, si sabes que te sigo visitando...
ResponderEliminarLuz de Gas, vengo ahora de tu casa, y tal como te he dicho, totalmente enternecidad.
Herodes, hijo, es que este calor me pone mu malita.
La Casa encencida, entonces tu hija pacede lo mismo que todos los que andamos por estos lares.
América, también he estado hace un ratito en tu blog. Ya sabes lo que opino.
Moe, chiquillo, a ver si mando unas fotitos que he hecho de algo que he cocinado. Vamos, más que nada pa ofrecerme a hacértelas en tu tasquita.
Sirena, ay sirena, deduzco que anda por la parte de Cádiz. Payá voy yo la semana que viene. A Zahara. Y allí el levante...
Anónimo, que parece que me conoces y no me das la carita serrana.
Lola, miarma, la caló anda por tos laos, pero aquí... aquí es pa morirte.
Besos a todos
Alguien ha mencionado la palabra "sandía" y se hace la boca agua...
ResponderEliminar¡que caló!
El calor es como una especie de monstruo invisible. Cuando salimos a la calle, sin percatarnos de nada, nos abofetea con sus grandes manos, nos manosea con su aliento y nos hace sudar con sus abrazos interminables, siempre que el verano cae sobre nosotros. Cuando el mediodía se cierne sobre nuestra bendita ciudad, esta Sevilla de sol de justicia, ese monstruo invisible nos ahoga con sus garras de forma despiadada.
ResponderEliminarAún así, hay que darle gracias, que este año marzo no ha mayeado, pero mayo si ha marceado y ha hecho menos calor. Ha sido junio quien ha destapado el bote.
Tiempo de motores acondicionados.
Enhorabuena por el blog. Saludos y prometo volver.
uyyyy, que me acuerdo yo de ese calor de verano sevillano, el aire está caliente, se respira así y así llega a los pulmones, como gotas invisibles de fuego.
ResponderEliminarY además con el viento de levante... a mí también me trastoca, sobre todo los días de bochorno :(
Pero eso sí, me encanta el verano, mi estación favorita :)
Besos
Sí hija sí, mi Mariquilla anda por esos lares acalorada y toda sofocada, echándo de menos el frequito nocturno de la ladera de la Fortaleza de la Mota: http://www.alcalalareal.es/.
ResponderEliminarEspero que al menos estés mejor.
Besicos
Dama, la sandía es la fruta del verano por excelencia. Dulce, acuosa y fresca.
ResponderEliminarAguaor, un placer tenerte por estos lares. Ultimamente ese monstruo invisible se está cebando con notros. Pero vamos, que nosotros no nos achicamos ni un pelo.
Adr, el viento de levante lo tienes que conocer tú bien. Precisamente el lunes parto para esos lugares a pasar unos dias de descanso, pero eso sí, me llevaré el trasto éste y en las noches mantendré el contacto con todos.
La Casa Encencida, que bello lugar Alcalá la Real y que sorprendete la Fotaleza de la Mota.
Besos
Hola amiga, por aca nos seguiremos viendo. Mi comentario a tú Se llevó.
ResponderEliminarte dejo la madurez... y esa es tu fortuna... te regalo una frase que encontré por ahi en el aire y la hice mía: como sé que no sé lo que sé... sigo siendo un aprendiz.
cariños y buenavida amiga
donbeto
LLevó...