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(Oleo "Paisaje Nevado Nocturno" (Haarlem) 1886 - Darío Regoyos De Valdés)
En aquél momento pensaba que siempre nos quedaría la noche.
La noche para escondernos.
La noche. Bruma emergente de la fría yerba que comenzaba a escarchar bajo el raso cielo de enero.
Halos vaporosos surgidos de nuestros alientos.
La noche. Envolvente a nuestro alrededor, haciendo acopio de nuestras manos, de nuestros brazos, de nuestras bocas, de nuestros cuerpos.
Si, en aquellos momentos yo pensaba que siempre nos quedaría la noche. Tal y como había sido el día anterior, y el de antes del anterior, y el de antes de antes del anterior. Como había sido siempre.
La noche. Cómplice, compañera, amiga, aliada cuando dejábamos de ser dos para convertirnos en uno. Una sola alma, un solo corazón, un único cuerpo bajo la
luminosidad verde desprendida de tus ojos.
Una vez la noche no vino a escondernos, y la vez siguiente tampoco lo hizo, ni la otra.
Entonces yo la maldije, porque sin su cobijo ya no éramos nosotros mismos.
Y tú dejaste de ser tú para mí, y yo de ser yo para ti, y volví a maldecir a la noche y renegué de ella, porque con su ausencia también tenía ausencia de ti.
La noche disolvió nuestra esencia y ya no volvió, y dentro de mi ser otra noche negra y oscura se abrió camino y se hizo mi compañera.
Entonces yo supe que no era la noche la que nos escondía.
Eramos nosotros, cobardes, mezquinos, ruínes y traidores, los que la utilizábamos para escondernos de nosotros mismos.
La noche.
Precioso texto, maravilloso. La noche es misteriosa, mágica, inquietante...
ResponderEliminarSoy un amante de la noche, de hecho esta afición a mantenerme despierto hasta altas horas suele causarme bastantes contratiempos por la mañana en el trabajo (menos mal que algún genio anónimo se le ocurrió mezclar los granos molidos de café con la leche de las vacas, que si no....)
Saludos.
El misterio de la noche.
ResponderEliminarLa atracción de la noche.
El silencio de la noche.
La noche es tan especial.
¡Me ha encantado!
Besicos
Excelente texto, estupendo tema para acompañar la lectura,la noche tiene sus propios encantos,muy bello.........
ResponderEliminarHola
ResponderEliminarQué triste final el de una noche que podía haber sido una dulce noche, gran noche, La Noche.
Un bico y gracias por estos retazos de noche.
Diana
Lo loe por la mañana y la noche ya se fue, auqneu vendrá otra vez y siempre alguien la utilizará para esconderse
ResponderEliminarBesos
A veces hay que utilizar un chivo expiatorio que cargue con nuestras manchas de conciencia.
ResponderEliminarAhora ni la noche se libra del calor. Aunque apetece salir más que nunca de noche en esta época.
Un fuerte beso.
Me acerque por aca por vez primera...y me he conseguido con esta tan agradable coincidencia..
ResponderEliminarNoche hermosa, serena, tranquila y tacirturna unas veces..otras tantas impetuosa y apasionada..
"dentro de mi ser otra noche negra y oscura se abrió camino y se hizo mi compañera"
Saludos Nocturnos.
Cuántas veces y a cuántas de nosotras nos habrá pasado esto que acabas de contar... refugiarse en la noche, tan hermosa y oscura que no deja que se distinga bien el resto del mundo, tan ideal para esconderse si uno lo desea, y dejar de ser sí mismo...
ResponderEliminaren fin, qué te voy a contar, no?
muchos besos muchacha
intentaré pasarme más a menudo, ahora q ya me he asentado y estoy tranquila... ;)
Perdona por el baile de letras, pero acababa de levantarme y no sabía muy bien donde estaban mis dedos.
ResponderEliminarLo he vuelto a leer y es fantástico
No soy noctámbulo, pero en alguna juerguecita flamenca sí que he participado. De todas formas tu relato me ha encantado y me ha recordado a una canción que compuso mi hijo Manuel titulada "El pulso de la Luna" que trataba el tema.
ResponderEliminar"...pero si has sentido el pulso de la luna, abre siempre una ventana, ábrela hoy..."
Saludos flamencos desde Cáceres.
gracias por tus huellas en mi blog, hermoso fragmento y hermosa Sevilla.
ResponderEliminarun abrazo
La noche nos remite a nuestros orígenes.
ResponderEliminarHay quienes la relacionan con la muerte, pero no estoy de acuerdo. La noche es simiente y principio de vida.
Gracias por asomarte a la perrera de Cisco. Tus palabras son muy bellas.
la magia de la noche y todo lo que encierra... me has cautivado con tu relato.
ResponderEliminarUn saludazo
Cuántas veces culpamos a algo externo cuando en realidad somos nosotros los culpables de algo que sucede pero que nos negamos a ver. Los protagonistas han contado con la nocturnidad que los ha ocultado de sí mismos.
ResponderEliminarUn besazo indomable.
Al pasar por tu casa la noche se vuelve verde, como a veces ocurre con el mar. Antes me solía esconder en las noches, ahora ya no temo a nada y dejo que me vea deambular por las orillas de los recuerdos. La hago mía, es eso.
ResponderEliminarBesos, poetisa.
Pasate por La casa encendida
ResponderEliminarBesicos