Hoy, compañero de mi vida, llegó a mis manos como por casualidad, una imagen tuya largamente olvidada.
Apareció así, de repente y sin esperarlo, cuando buscaba al azar un libro de poemas en lo más alto del estante.
Tal vez por esas tontas ironías de la vida me tropecé con un viejo volumen de Octavio Paz y de entre sus páginas cayó una fotografía con tu imagen.
Era una fotografía ya un poco sepia por el paso de algunos años (está claro que el tiempo pasa inmisericorde por todo y para todos), sin embargo, a pesar de su amarillento color, en ella tú brillas con una luz diferente, translúcida y cristalina.
Tal vez por esas tontas ironías de la vida me tropecé con un viejo volumen de Octavio Paz y de entre sus páginas cayó una fotografía con tu imagen.
Era una fotografía ya un poco sepia por el paso de algunos años (está claro que el tiempo pasa inmisericorde por todo y para todos), sin embargo, a pesar de su amarillento color, en ella tú brillas con una luz diferente, translúcida y cristalina.
Apareces sonriente y con ojos límpidos y felices. El cabello ensortijado cae sobre tu frente, y tu brazo quinceañero aprieta fuertemente contra su hombro a otra quinceañera: A mí.
La sonrisa de ambos es de total felicidad y nuestros rostros transmiten inocente y puro amor, expresando cientos de proyectos y miles de ilusiones.
Mi corazón dio un brinco por la nostalgia y un vuelco por la desilusión, porque,
¿A dónde se fueron, compañero, esas sonrisas inocentes y angelicales?
¿Dónde, compañero, quedaron todas esas miradas de complicidad?
¿Dónde esas caricias a escondidas y esos besos con sabor a miel robada?
¿Dónde quedaron los instantes en que los dos éramos uno y no concebíamos hacer nada sin el otro?
¿Dónde, compañero, quedaron todas esas miradas de complicidad?
¿Dónde esas caricias a escondidas y esos besos con sabor a miel robada?
¿Dónde quedaron los instantes en que los dos éramos uno y no concebíamos hacer nada sin el otro?
Unas traicioneras lágrimas empañaron mis ojos y un puñal afilado me pinchó el alma.
Porqué, ¿sabes mi compañero?, yo sé de cierto donde quedaron todos esos momentos tan maravillosos y felices:
Quedaron en la fotografía.
Que bonito todo lo que has escrito niña!!!
ResponderEliminarDe verdad cuantas coincidencias. Yo hace unos días buscaba también unos poemas y encontré una foto, esta vez de mi madre muy jovencita.
... y hay más coincidencias (ufff, la vida), mira en www.radioalcala.es y en colaboradores, podrás ver que hago. La vida está llena de coincidencias (de vez en cuando y si tengo tiempo, miro tus otros blog), jajajajaja.
Besicos guapa, si hasta igual algún día nos podemos saludar, me hija vive en Dos Hermanas.
Triste, real, y bonito...
ResponderEliminarHola :)
ResponderEliminarLo que has escrito es tan bonito y triste a la vez, que tiene algo especial que te enngancha y te hace sentir palabra por palabra.
Saluditos.
Nos estamos leyendo.
¿Que hacemos con esas fotografías que tanto nos duelen? Si las escondemos saldrán con el tiempo, para seguir arañando, si las tiramos… tiramos nuestra vida, si las dejamos donde están… no nos dejan seguir adelante.
ResponderEliminarMe ha encantado… aunque me ha hecho llorar, como si la foto fuera mia.
Un beso
Hola.
ResponderEliminarVerdial, qué reflexión tan triste!
Qué pasó con ese niño tan romántico?
No lo ves?
Bueno, que sepas que también yo encuentro de vez en cuando alguna foto de tiempos verdaderamente lejanos y que me han hecho recordar ilusiones perdidas. No me apena porque han dejado paso a otras.
Me ha encantado leerte niña.
Te mando un besiño desde Coruña.
No sé que decirte...
ResponderEliminar""Bonito y triste el camino
cuando se viene de vuelta...""
La vida es un largo camino con muchas idas felices y vueltas tristes. Lo bonito es poderlas contar.
Te lo dice un sexagenario que se considera un poquito feliz dentro de todas esas idas y vueltas que me ha dado la vida...
Saludos flamencos y que la próxima foto "sepia" que encuentres te haga sentirte feliz de verdad.
La Casa Encendida, hace algún tiempo que vengo observando algunas coincidencias entre nosotros. Mira tú que si somos almas gemelas?.
ResponderEliminarEntraré en la página que me indicas y ya te cuento.
Un abrazo
Esperanza, la verdad es que sí, que es triste...
ResponderEliminarBesos
Sairalinde, está escrito con el corazón. Y con los recuerdos.
ResponderEliminarFinal Alternativo, las fotos llevan impresos los momentos vividos. Lo triste es cuando ves que ya no todo es lo que era.
Diana, ese niño tan romántico ya no es tan niño ni tan romántico, y sigue a mi lado. Tenemos toda una vida en común y muchos lazos atados a golpe de tropiezos y trabajo. Sin embargo, no somos ya los mismos de la fotografía.
Pedro, no hace falta que me digas nada porque con tu comentario me lo has dicho todo. Yo sé que me comprendes.
Besos para todos
... y en tu alma, en tu recuerdo y en tu memoria. Y, sí, entiendo tu lágrima...
ResponderEliminarPero, después de todo, te diré que el tiempo pasado, los momentos vividos que ya nunca volveran, han sido los que te han ido forjando, los que ha hecho que tú, ahora, seas como eres.
Un beso. J.J.
Amiga,texto profundo...una fotografía que atrapa el momento,los recuerdos que nos mueven,al final la experiencia de lo vivido,quedarnos con lo mejor,muy bello,la música acompaña al unisono tu post....Puro sentimiento......
ResponderEliminarReencontrarte una fotografía inesperadamente puede dar mucho juego.
ResponderEliminarTu, además, aportas belleza
También quedó en tu memoria.
ResponderEliminarY... ¿qué hay por debajo de la fotografía?
ResponderEliminarMe ha traído muchos recuerdos, pero no muy lejanos, de años, sino muy recientes. Al final, todo depende de las historias que vivamos, y no del tiempo que pase por ellas.
Besos
A veces los recuerdos son un arma de doble filo; pero como dice Pedro, todo son idas y venidas...
ResponderEliminarQuizás esa misma foto que hoy te da melancolía y tristeza ver, dentro de unos años te dibuje una sonrisa...
Lo importante es seguir nuestro camino.
Saludos.
Hola,
ResponderEliminarCreo que cuando miramos fotos "antiguas" siempre nos puede la nolstalgia, y es que tal vez idealizamos demasiado el pasado.
Te felicito porque esa persona sigue a tu lado, a pesar de los cambios de ambos, igual me sucede a mi.
Un saludo,
A veces del pasado sólo obtenemos retazos en imágenes, que perdurarán por siempre...
ResponderEliminarbesitos grandotes...
Es triste pero bello. Que queden esos dulces recuerdos de algo que acabó es todo un lujo. Aunque a veces, se tiende a idealizar los recuerdos.
ResponderEliminarMe gustaría tener esas sensaciones por el sólo hecho de mirar una fotografía.
Besos, Verdial.
Nunca podremos seguir siendo los mismos; se van dejando girones por el camino; se van perdiendo sueños, ilusiones, y lo que es más triste: la ingenuidad.
ResponderEliminarTodo se va desdibujando, todo menos la imagen que quedó atrapada en una foto.
Cuánto siento, esta vez, tener tu misma percepción y hasta la misma nostalgia.
Verdial, como siempre, un relato rebosante de las esencias más delicadas.
Un abrazo
Bonito...pero tan triste como real..
ResponderEliminarUn abrazo con cariño.
¡que maravilla!
ResponderEliminar¡Que recuerdos cuando cae en tus manos una foto1
ay...
Es tan triste...
ResponderEliminarUn beso
Si os hicíeseis una foto en la actualidad con la misma pose que en la foto antigua..Descubriríais muchas transformaciones que os sorprenderían a los dos.
ResponderEliminarLa vida es un torbellino que no deja títere con cabeza, cariño.
Un besazo.-
www.alternativa.blog.com.es
José Javier, cuanta razón llevas. Los momentos vividos son los que hacen que tengamos nuestro presente.
ResponderEliminarAmérica, gracias por tus palabras y encantada de que te haya gustado.
Felipe Sérvulo, hiciste que me sonrojara.
Luz de Gas, en mi memoria permanecerán siempre.
Adr, debajo de la fotografía están pegados todos esos sentimientos que un día estaban dentro de nosotros.
Du Guesclin, sabias palabras las tusyas Du, junto con las de Pedro lanzan una gran realidad.
Gracias por tus felicitaciones Lola. Efectivamente sigue a mi lado, y aunque como digo en la entrada, no son los mismos sentimientos ni ilusiones adolescentes que maduros,seguimos caminando juntos.
Un gran arazo para todos.
Verdial
Ayshane, yo no quisiera perderlos nunca.
ResponderEliminarIrene, si quieres puedes tenerla. Tan sólo tienes que mirarla con los mismo ojos de entonces.
Sirena Varada, es verdad que no serenemos nunca los mismos aunque queramos serlor. Yo estoy segura de que si no cambiáramos con el paso de la vida, nunca llegaríamos a ser definitivamente nosotros mismos.
Noche, por qué será que casi siempre todo lo bonito nos resulta triste.
Dama, cuando las fotos que miramos fueron tomadas con el corazón y rebozan sentimientos, no se puede sentir más que nostalgia y un irrepetible deseo de volver a ser lo que fuimos.
Noche, triste pero feliz en su momento.
Alter, has puesto el colofón a los comentarios y me has abierto una nueva visión del momento. Tal vez si hicieramos lo que dices, y a pesar de todo, nos sintiéramos más felicies que antes.
Besos a todos los colores que me han comentado.
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarSin más palabras, simplemente nostálgico y encantador.
ResponderEliminarBesitos
La de cosas que tienen los libros. Entrañable entrada.
ResponderEliminarEs verdad que han quedado en la fotografía; esa es la idea, retenerlos, pero como ha notado, ha saltado a su mano en cuanto le dio la oportunidad. El tiempo puede congelarse ( como los puzzles) en una fotografía; y es tan curiosa su dinámica, que puede adquirir incluso, propiedades mayores que las del producto fresco.
ResponderEliminarHace tiempo que encontré un par de fotos y recuerdos de un pasado que se hizo demasiado presente. Y es verdad, lo que se ha cambiado. Por fortuna preferí ponerlo todo a buen recaudo, en una caja bien escondida en el fondo del armario. Allí seguirá por mucho tiempo porque después de todo, sigue doliendo...
ResponderEliminarUn besazo del indomable Dani Hunting