En determinado momento el hombre comenzó a sentir sus brazos cansados y se detuvo por un instante para retomar fuerzas. No lo consiguió. Notaba los miembros entumecidos y adormilados. Miró en derredor y ante sus ojos solo se le mostraba la inmensidad del agua. Al fondo, muy en la lejanía, los contornos verde azulados de la vegetación del bosque. La orilla casi ni se divisaba.
Siempre se había sentido del agua. Era del agua. Tal vez porque nació del agua o por eso de que la mayor parte de nosotros somos agua, él era agua.
Ya desde niño, pequeño aprendiz de monje y de profeta, era consciente de la fascinación que le provocaba el agua…
(“…hermano, hermano ¿dónde estás?” Lo oigo llamarme a lo lejos. Meto mi mano en el agua y el agua está fresca, fresca. Una salamandra se escurre por el fondo ante las ondas que produce mi mano. Toco el fondo de arena y tomo un puñado que se escapa por entre mis dedos, arrastrada por la corriente. El agua fresca y cristalina. “Estoy aquí, en el río. No, no me caigo ¿no sabes que soy del agua?...”)
…Era del agua y pensó que no debería haber nadado tan adentro, tan al centro del lago. Se vuelve traicionero el lago allí donde se refleja el azul del cielo opacando el verde del entorno, se forman pozos y remolinos que tiran de ti y te arrastran hacia un mundo oculto y siniestro. Pero el lago lo llamó y él acudió a su llamada sin ser consciente de lo que arriesgaba.
Hizo un intento de gritar y su cavidad bucal se inundó inmediatamente de agua dulce con sabor a musgo y a humedad, haciéndolo toser. Ante el espasmo su cuerpo se hundió un poco y sus ojos de empaparon de cristal líquido. Su pié tocó helechos acuáticos…
(…los helechos acuáticos bailan al compás del agua. Hago una visera con las manos en mi carita de niño y la acerco a la orilla del estanque para ver el fondo. Algas espesas y verdes ocultan guijarros y chinarros; por entre sus entresijos puedo ver a la boguita colorada. Sumerjo mis dedos y le toco el lomo encarnado – “¡Madre, madre, que la he tocado…!”)
…Tocó su cuerpo ramajes sumergidos en los que se enredó y le pareció que lo arrastraban hacia el fondo. Alzó los brazos en un fallido intento de asirse al aire y volvió a sumergirse en la oscuridad. Nueva bocanada de agua. Esta vez la sintió colarse fría por entre sus cavidades y acomodarse en su interior, inflándolo como un globo infantil.
La orilla… estaban en la orilla y no se percataban de su tragedia…. no lo miraban.
El sintió que iba a perderlo todo…los pulmones le pesaban y su vientre parecía llenarse a cada tragantada de agua. Se sintió desfallecer y creyó que el agua le ardía en la boca….
(…la boca me arde por la sed y voy corriendo al canal del molino por donde el agua corre cristalina sobre un lecho de piedras y algas. La cojo con el cuenco de la mano y bebo y bebo hasta saciar mi sed. Está fresca y limpia. Me descalzo y meto los pies en ella y de inmediato son acariciados por la corriente. Dulce caricia la del agua en mi piel impúber que despierta los sentidos de mi mente. Y siento que por y para el agua será mi vida…)
…Su vida por y para el agua. Su fin sería en el agua. El agua lo envolvía y lo arrastraba cada vez más abajo. No pensó en Dios ni en ningún otro mundo. Tampoco sintió dolor o pena por lo que dejaba. Ahora sería agua… se dejo llevar…. No se despidió de nada ni de nadie. Un camino nuevo se abría ante él.
Un fuerte tirón lo llevó de nuevo a la superficie y alguien hizo que sus pulmones expulsaran el (su) agua y se llenaran de rico y puro oxígeno. Abrió los ojos y el mundo del aire lo recibió de nuevo entre sus brazos. Arriba, en las alturas, el cielo lucía con el límpido azul del mar…
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(…el límpido azul del mar… lo miro extasiado desde la arena y mis piernas infantiles corren raudas hasta la orilla. Encajes salados me golpean y salpican, mojando mis pantalones cortos. Pateo las olas y entierro los dedos de mis pies entre la arena mojada.
Mi madre me llama a lo lejos y su voz se pierde entre los graznidos de las gaviotas.”Voy madre.” Y deseo con todas mis fuerzas ser pez para adentrarme en los misterios marinos y reunirme con las sirenas…)
(Esto lo escribí para tí, y para tí lo rememoro)
Amiga, leyendo tus palabras senti una mezcla, como de prodigio, entre la belleza y la angustia.
ResponderEliminarMe gusto, pero al mismo tiempo senti una gran inquietud.
Recibe un abrazo
Comparto el comentario de Antiqva, también he sentido un poco de angustia y una sensación de hermosura.
ResponderEliminarTe faltó "En el lago" de Triana, para darle un toque más surrealista...
Si algo de angustia,belleza,deja ese sabor que no se puede definir.
ResponderEliminarPor cierto el blog de coplas esta en caracteres indescifrables para mi que hago!
Espero que mañana estés donde luz de gas las chicas cambiaremos nuestros avatares o imagen por uno de fiesta,ya sabes tacones,vestido,una lucura para alegrar a nuestro aamigo supongo ya tienes tu look verdad???????
Gracias. Hola soy de aterrizar en esta hermosa zona, que hermoso trabajo, felicitaciones. Aún mejor! Demasiado bueno para estar aquí, les invito a una fiesta en su honor, con todo esplendor y refinamiento, está ahí, o en http://www.valdemireis.blogspot.com; http://www.valdemircantinhopaz.blogspot.com , vamos a brindar juntos, tenemos regalos, hemos publicado un texto elaborado especialmente para ti, quiero la oportunidad de emitir su merecido premio ", que ganó, pero su luz y ser generoso con su distribución de sus amigos. Tenemos un gigante con una rebanada de pastel para todos los participantes. Hacemos extensivo el festival ... Hoy el partido es tuyo, ven ahora! Estoy esperando por ti. Así que la vida es una oportunidad única. Cada persona en nuestra vida no va solo, ser soltero, que un pedazo de ti y toma un pedazo de nosotros. Nos reuniremos siempre aquí. Muy Obrigadoooooooo ... Por su amabilidad y la amistad! Asimismo, deseo un feliz y bendecido fin de semana para cada familia. Muchas bendiciones y el brillo, el éxito, la prosperidad, la protección y la paz. Godspeed.
ResponderEliminarVamos de nuevo!
Valdemir Reis
Es un relato precioso, narrado con sensibilidad. Un beso
ResponderEliminarVerdial, es un relato muy bonito. He sentido el agua, la arena escaparse por mis dedos y hasta he olido y me he escurrido entre el agua.
ResponderEliminarBesicos muchos guapa.
Amiga, se siente cerca la muerte en tu relato, yo la tengo estos días muy presente.
ResponderEliminarAbrazos
Antiqua, se trata de una situación inquietante.
ResponderEliminarBesos
Dama, no creas que no pensé en tema de Triana, pero no la tenía.
ResponderEliminarUn abrazo
América fue un gustazo pasar unas horas contigo y con todos.
ResponderEliminarIsabel, gracias por tu visita, siempre es un placer recibirte.
La Casa Encendida, ya te dije que me alegro de que estés. Se te extrañaba.
Clemen, la pérdida de un padre siempre se tiene presente.
Besos
Ufff tremenda la sensación de asfixia.
ResponderEliminarUn beso.-
No, este lo leo mañana que me hiciste recordar a mi madre con esa canción y así no tengo la cabeza en orden...
ResponderEliminarMil besos.
Es magnífico el enlace de la última palabra de un párrafo con la primera del siguiente, alternando los dos tiempos del relato. Me ha gustado mucho y me provocado un escalofrío en la piel.
ResponderEliminarUn beso.
Que se me pasaba esta maravilla.
ResponderEliminarEs verdad que has mezclado en el mismo cántaro, húmedo como la historia, la maravillosa explosión de verdad que describes y esa angustiosa asfixia.
El regreso al aire, todo un parto y tu una gran matrona.
Besos