("Muchacha joven con guantes" 1929-Oleo sobre lienzo-Tamara Gorska
Musée National D'Art Moderne-Paris)
Patrick Watson - The great escape
Lo tenía frente a mí y mi alma se encandilaba. Mis ojos, tímidos ante su mirada, se desviaban hacia la taza de café que reposaba entre ambos. Tanto tiempo… Yo no hablaba, él no hablaba. Esperaba, desesperando en mi espera, alguna palabra que rompiera el silencio tan largamente dormido, y a medida que crecía mi desespero se incrementaba también mi esperanza, mi ilusión… como antes, como ayer, deseando que nada hubiera cambiado, que no hubiera pasado el tiempo, lo mismo que no habían pasado mis sentimientos. Su voz comenzó a sonar dulcemente, como música celestial llegada desde otra dimensión. Sin embargo nada más percibirla, el entresijo de hilos nerviosos que pululan por mi interior comenzó a tensarse, obligándome a poner todo el cuerpo en guardia. El continuaba regalando palabras musicales hechas de azúcar y miel, melaza ambarina en la otrora me sentí inmersa. Palabras embriagadoramente dulces, tentadoras como confitura prohibida. Pero que no iban dirigidas a mí. Cada vez que se su boca se pronunciaba, mi corazón se iba coronando de estigmas. Otra palabra y otro cruel latigazo para mi sensibilidad, para mi dignidad, para mi autoestima. Que bellas palabras, que hermosas frases, que maravillosos deseos de futuro……. Pero no conmigo. Y su voz, esa voz tan maravillosa que tantas veces me había susurrado al oído, se convirtió en verdugo insensible, en dañinas garras de acero que me arrancaban el alma a tiras. Aún así me seguía envolviendo. Su voz. Su voz lanzando palabras de caramelo. Y ninguna para mí.
Patrick Watson - The great escape
Lo tenía frente a mí y mi alma se encandilaba. Mis ojos, tímidos ante su mirada, se desviaban hacia la taza de café que reposaba entre ambos. Tanto tiempo… Yo no hablaba, él no hablaba. Esperaba, desesperando en mi espera, alguna palabra que rompiera el silencio tan largamente dormido, y a medida que crecía mi desespero se incrementaba también mi esperanza, mi ilusión… como antes, como ayer, deseando que nada hubiera cambiado, que no hubiera pasado el tiempo, lo mismo que no habían pasado mis sentimientos. Su voz comenzó a sonar dulcemente, como música celestial llegada desde otra dimensión. Sin embargo nada más percibirla, el entresijo de hilos nerviosos que pululan por mi interior comenzó a tensarse, obligándome a poner todo el cuerpo en guardia. El continuaba regalando palabras musicales hechas de azúcar y miel, melaza ambarina en la otrora me sentí inmersa. Palabras embriagadoramente dulces, tentadoras como confitura prohibida. Pero que no iban dirigidas a mí. Cada vez que se su boca se pronunciaba, mi corazón se iba coronando de estigmas. Otra palabra y otro cruel latigazo para mi sensibilidad, para mi dignidad, para mi autoestima. Que bellas palabras, que hermosas frases, que maravillosos deseos de futuro……. Pero no conmigo. Y su voz, esa voz tan maravillosa que tantas veces me había susurrado al oído, se convirtió en verdugo insensible, en dañinas garras de acero que me arrancaban el alma a tiras. Aún así me seguía envolviendo. Su voz. Su voz lanzando palabras de caramelo. Y ninguna para mí.
No todos podemos llegar a alcanzar lo que queremos con todas nuestras fuerzas, aunque el cuerpo lo pida a gritos.
ResponderEliminarQue le vamos a hacer así es la vida, algunas veces nos ponen los dulces en el escaparate pero no podemos tocarlos
Un beso
Ah, que puñal con el filo tan frio, madame. Cuanto mas dulces las palabras, mas profunda la herida al no estarnos destinadas.
ResponderEliminarBuenas noches, madame
Bisous
me has recordado a las novelas antiguas de amor,que bonito me ha parecido jo
ResponderEliminarbesitosssss
Me imagino a la protagonista de esta historia tratando de mantener la compostura,disimulando el desconcierto y la desilusion,escuchando,dibujando frente a el una amable sonrisa,los recuerdos llegando a tropel,y las imagenes de una nueva situacion formandose a traves de la palabras de el.
ResponderEliminarMuy bien logrado Verdial,las emociones llegan intactas.
Recuerda que el Sabado tenemos una cita con LUZ DE GAS,LA COSA VA DE TACONES ASI QUE BUSCAS LOS TUYOS....
Necesito preguntarte una cosita que no se hacer, y veo que tu si lo sabes, en mi blog está mi cuenta de correo paseme por mi cuenta la tuya y te lo explico.
ResponderEliminarMuchas gracias
No siempre podemos ser correspondidos. Es la sal de la vida, aunque sus palabras sean de azucar. Un beso
ResponderEliminarCon que belleza me acabo de topar! te felicito por este blog.
ResponderEliminar(La imagen de la joven con guantes es de mis favoritos)
Saludos!
La realidad también tiene otros horizontes, más amores que pueden ser de verdad dulces...
ResponderEliminarte felicito por el cuadro de Tamara de LEmpicka, es uno de mis favoritos.
Besos
Mónica
Hola Verdial, las palabras pueden ser tan dulces y a la vez tan punzantes que se me estremece el alma. Algunas veces las palabras caen en el olvido, pero el corazón queda resentido. Me ha gustado mucho.
ResponderEliminarBesitos
Tienes un premio en mi blog http://premioselisabeth.blogspot.com/
ResponderEliminarbesitossss
Genial. Un texto precioso.
ResponderEliminarUn saludo
Jesús Domínguez
A veces nos dan la vida y otras nos la quitan. Así son las palabras, caramelos o almendras amargas.
ResponderEliminarBesos.
Precioso escrito, y es que las palabras pueden abrazar y otras pueden servir como puñales, asi es la misma vida, una de cal y otra de arena.
ResponderEliminarUn beso.
Qué crueldad para quien, al resguardo del desamparo, ata su esperanza a las palabras. Una palabra es capaz de herir más profundamente que una espada.
ResponderEliminar¡Y siempre tan convincente, Verdial!... ponerse en la piel de la protagonista es pasar un rato espantoso.
Un abrazo, y encantada de saludarte de nuevo.
(-PD. No sé qué ocurre con el enlace a mi blog, no es la primera vez que me comentan el problema. Pero no te preocupes, creo que no se puede hacer nada)
Un relato maravilloso como siempre,el amor de la mano de la desilusion; no siempre se logran los objetivos! y en el amor es mas complicado! un gran beso.
ResponderEliminarHola Verdial.
ResponderEliminarQué triste confesión!
él se lo pierde.
Me alegro de ver que todo sigue como antes. Espero leer cada uno de tus post y ponerme al día.
Un besiño
Diana
Señor, que mezcla bellisima de pasion y crueldad...
ResponderEliminar¡Dios nos libre!
Un abrazo, amiga
Hay un pasaje en El Gran Gatsby donde deribe lo que significa la voz en el amor maravillosa , si puedes leela.Me gustó mucho como lo describiste tú..
ResponderEliminarTe dejo un fuerte abrazo.
ResponderEliminarSencillamente hermoso.
ResponderEliminarSaludos y que tengas un buen fin de semana.
Nada es intrínsecamente bello, necesita de la percepción; desde el punto de vista del que mira, y si me apura, del interés particular. El lenguaje más grandilocuente puede tornarse en miserable monserga si lo expuesto nos quita más que nos da.
ResponderEliminarLa felicito por la magnífica forma de introducirnos en situación con un puñado de palabras; un magnífico relato con carga de profundidad incluída.
Por mucho que queramos, por mucho que lo deseemos, la distancia sin quererlo causa estragos en cualquier relación. No sentimos alagados en el reencuentro, deseosos de que lo que no fue, sea. Pero al mismo tiempo nos mostramos recelosos y temerosos de lo que pueda pasar. Conozco tan bien la situación...
ResponderEliminarUn besazo enorme.
Suele suceder Verdial. Loa recuerdos dulces, los aromas,las voces que fueron la vida, un buen día se dan la vuelta y aparecen cueles, despiadadas y duelen como un látigo que nos azota.
ResponderEliminarBesicos guapa.
¡Palabras de caramelo!....aynssss,en el amor...en las relaciones humanas...a veces, los caramelos más dulces para unos, son los más amargos para el otro...pero si revuelve en la cesta de las golosinas, seguro que habrá otro caramelo, que le deje buen sabor de boca...y también dulzor en el corazón...que no se rinda.
ResponderEliminarQue bonito es pasarse por tu casa, y disfrutar de tus retazos y hacerlos un poquito mios también.
Un abrazote verde primaveral
Describes "deliciosamente" una escena dificil de digerir por la persona afectada. Me encanta como manejas las emociones. Para ella, la voz de caramelo y sus dulces palabras resultan verdaderamente amargas.
ResponderEliminarUn besazo.
Tu texto le deja a uno hecho polvo.
ResponderEliminarPorque nunca me han sentado a una mesa con cafés para oír palabras así.
Pero sí he oído cosas por teléfono. Y no sé qué es peor, sinceramente.
Tus palabras sí que envuelven.
Besos
Luz de Gas, efectivamente. Es algo así como que "no se hizo la miel para la boca del oso".
ResponderEliminarLa Dame Masqueé, un filo demasiado frío, sobre todo si no lo esperamos.
Elisabeth, tantas veces la vivimos la vida como en una novela...
América, lo que has imaginado se ajusta a la mas estricta realidad. Parece que hubieras estado allí.
Anabel, gracias por tus felicitaciones. Es un placer tu visita.
Mónica, Y tanto que los tiene. Si no fuera así nos sería muy difícil sobrevivir.
Atenea, cuanta razón llevas. Las palabras pueden quedar en el olvido, pero no la huella que han dejado.
Jesús Dominguez, Gracias, me alegro que te haya gustado.
Daalla, tal vez injusto pero así es. Lo importante es superarlo.
María, puñales de acero que se nos van clavando a lo largo de nuestra vida, ya sea con palabras, como en este caso, o con hechos.
Sirena Varada, cuando más hieren es cuando te atacan por sopresa. No creas que siempre me es necesario ponerme en el lugar de la protagonista. A veces tan solo me es suficiente mirar un poco atrás.
Momentos de la Vida,y tanto que es más complicado en el amor. ¿porqué será que duele tanto?.
Diana, imagino que andas muy atareada y dedicas menos tiempo a tus maravillosos escritos. Los echo de menos, asi que intenta volver pronto.
Antiqva, muchas veces ambas cosas van unidas.
Violeta, no he leído el pasaje. Vi la película pero no leí el libro, así que lo sacaré de la biblioteca la semana entrante cuanto vaya.
Felipe Sérvulo, que serenidad que producen tus abrazos. No dejes de enviarmelos.
Lola, un gusto que te haya parecido hermoso.
Lucifer, gracias por el comentario que me dejas. Tus palabras dicen mucho para mí.
Dani Hunting, a veces tu y yo coincidimos en muchas cosas.
La Casa Encendida, como dice la canción, "la vida te da sorpresas, sorpresas te da la vida"...
Sara, Y tanto que los hay. ("la mancha de la mora con otra mora se quita").
Teresa, en esa ocasión resultaron caramelos envenenados.
Adr,da igual que te lo digan ante una taza de café que por teléfono. El impacto y el daño es el mismo. Lamento (aunque lo sabía), que te haya ocurrido.
Besos y abrazos.
Deliciosamente escrito, mi boca se endulzó con esa confitura prohibida.
ResponderEliminarUn abrazo!
Presiento que la persona de palabra dulce.. es uno de tantos exhibicionistas que disfrutan faroleado y martilleando a quienes saben que sienten algo por ellos.
ResponderEliminarEse dulce puede provocar una mala diabetes. Quita, quita...
Un besazo para tí.-
PD Ël, se lo ha perdido...
¡Cuántas cosas inolvidables ocurren delante de una taza de café…!
ResponderEliminarAlgunas dulces y amargas a un tiempo, como la que cuentas… como el café…
Un abrazo.