Cuando Duele Diciembre

("Esperando La Lluvia" - Rene Gómez Ome)



kissing a fool - George Michael

Se encontraron nuestras miradas en la penumbra y un destello de luz azul se derramó en mis ojos, viniente de los tuyos. Estuvimos largo rato así, disfrutando yo de esa luz azulada, disfrutando tú de la oscuridad de la mía.

Momentos intensos, llenos de vitalidad y de vida que escapaban fuera de nosotros mismos.
Los llevo aquí, muy dentro, marcados a fuego, tal y como se marcan a los toros bravos, para que permanezcan siempre presentes.

Pos un instante miramos tras la ventana. No era mucho lo que podíamos vislumbrar pues los cristales aparecían...
chorreantes del  agua que resbalaba por ellos. En algunos trozos, las gotas que rodaban dejaban tras de sí un rastro ondulante y caprichosos.
Llovía. Era mediados de Diciembre y llovía.
Se afanó ese  diciembre en derramar la lluvia en el crepúsculo  y empaparlo todo con ella.
Una avanzada tarde de un avanzado diciembre, que hacía notar su inminente entrada descargando humedad sobre el agonizante otoño.
Diciembre se reía y se regocijaba. Yo retenía las lágrimas y sentía como me pesaba el corazón.

Manos entrelazadas, suspiros contenidos, miradas que huían y se escondían para evitar el tragarse mutuamente, para amainar el deseo que por momentos se hacía incontenible.

Y mirábamos por la ventana.
Luces difuminadas que de tanto en tanto alumbraban nuestras siluetas y nuestros sentimientos.Las dejábamos alumbrar. Que al menos las luces fueran cómplices de nuestras circunstancias.
Luces brillantes que se mostraban desde el exterior. Luces parpadeantes, colmadas de ilusiones para muchos, de esperanza en la edad de la inocencia, y ahítas de angustia para mí, tal vez también para ti.
Luces de Navidad que adornaban las calles prendidas por hilos invisibles en lo alto. Jugaban con la lluvia a reflejarse en los adoquines de las callejuelas, a mirarse en el espejo de los cristales mojados, a recordarnos que era Navidad.
Y que como en ocasiones anteriores, la separación era el triste final de este vengativo Diciembre.

De nuevo tus ojos en mis ojos, bañados en esa luminosidad de las campanas navideñas que se colaban tras el cristal.
Una mirada que nos complementaba a la perfección, y también las hacía cómplices de aquello que vivíamos y  que a la par que Diciembre, se cortaría de cuajo.

Dolor en mis ojos, rabia en los tuyos.

Tomados de la mano salimos fuera, a empaparnos de las gotas de lluvia. En algún lugar cercano George Michael regalaba "Kissing a Foolk".


(Tantas veces anteponemos la razón al corazón...)